
Si estás buscando un destino muy especial para tus siguientes vacaciones, esto te interesa: te proponemos ideas para pasar 10 días conociendo el Maestrazgo turolense, una tierra única y fascinante.
Lo primero que nos va a sorprender de este viaje es lo aislada que se encuentra esta comarca. Cuando nos adentramos en sus carreteras da la impresión de que estamos llegando al fin del mundo. Es un territorio escarpado, en donde las estrechas vías se adaptan al paisaje haciendo un sinfín de curvas. Las vías de comunicación de estos pueblecitos suponen un aislamiento muy grande para la gente que vive allí, pero no presentan un problema para el viajero-aventurero que busca un destino fuera de lo convencional. Los impresionantes paisajes que vemos desde el coche en el viaje nos hacen sorprendernos, vamos parando de vez en cuando a admirar las vistas, disfrutando de cada mirador escondido en el arcén de la carretera, y casi sin darnos cuenta llegamos a nuestro destino inicial. El rato de viaje es parte de la experiencia que nos llevaremos de esta zona. La aventura, en este caso, no comienza cuando llegamos a nuestro destino, sino mucho antes, cuando podemos admirar esos preciosos paisajes desde el coche.
Debido a lo ya comentado sobre las carreteras y a que es una comarca bastante extensa, lo más recomendable si queremos recorrer todos sus paisajes sería buscar 2 ó 3 alojamientos diferentes y así movernos por el entorno más próximo a cada uno de ellos.
En este viaje de 10 días por el Maestrazgo os proponemos fijar 2 campos base para dormir: uno en la zona centro-norte de la comarca, y otro en la zona sur, para así no tener que desplazarnos tanto, y pasar unos pocos días durmiendo en cada hotel.
¿Estás listo? ¡Comienza nuestro viaje! Aquí van un montón de ideas para descubrir el Maestrazgo turolense 😀
Día 1: Llegada al Maestrazgo. Visita a Castellote y su entorno
El primer día lo dedicamos a llegar a nuestro destino y acomodarnos, y, a continuación ¡empezamos a ver cosas!
Nosotros cuando hicimos un viaje similar a este nos alojamos en primer lugar en el Hotel Castellote, un hotel a muy buen precio en el pueblecito de Castellote, un poco antiguo pero con habitaciones limpias, terrazas en las habitaciones y una pequeña piscina ideal para relajarse por las tardes.
Para comenzar, vamos a hacer una visita al pueblo de Castellote. En este pueblecito podremos disfrutar de un entorno único y muy especial. Os recomendamos hacer el paseo de Castellote-castillo-acueducto-ermita, que tiene apenas 3 Km, pero que seguro que os encanta:
Primero subimos hasta el castillo de Castellote, un precioso castillo en lo alto de la roca que domina el pueblo, que fue utilizado en todas las guerras que aquí se sucedieron. El castillo se encuentra perfectamente restaurado, y desde allí tenemos unas vistas estupendas, tanto de Castellote como de todo el valle.
Después visitaremos el acueducto romano de las Lomas, una preciosa obra de ingeniería de la época romana, con un sorprendente arco principal de 14 metros, y el resto de arcos pegados a la roca.
Para terminar, veremos la Ermita del Llovedor, una preciosa ermita colgada de la roca.
Por último, podemos dar una vuelta por el pueblo de Castellote, y visitar la subsede de Dinópolis que se encuentra allí: Bosque Pétreo.
Día 2: Ruta del Nacimiento del Pitarque
El segundo día vamos a conocer una de las rutas más populares de la provincia: el Nacimiento del Río Pitarque. Saliendo desde el mismo pueblo de Pitarque, recorreremos un entorno de gran belleza, donde las escarpadas montañas y el agua son los protagonistas, siguiendo una senda bastante cómoda y muy bonita. Si tenéis suerte y ha llovido mucho los días anteriores, es posible que podáis contemplar el gran caño de agua que hay en la entrada del nacimiento, y por el que sólo sale agua unos pocos días al año.
La ida y la vuelta las realizamos por el mismo camino, y suman en total 10 Km. ¡Seguro que os encanta esta ruta!
- Enlace: Nacimiento del Pitarque
Día 3: Molinos y Cuevas de Cristal
El tercer día de nuestro viaje por el Maestrazgo lo dedicamos también a una visita imprescindible: vamos a Molinos y entramos en sus famosas cuevas de cristal.
Las Cuevas de Cristal de Molinos se encuentran fuera del pueblo, pero muy cerquita de éste. Allí tenemos aparcamientos, cafetería, etc. y venden las entradas para la visita guiada por las cuevas. Las cuevas destacan por sus estalactitas y estalagmitas con formas imposibles. Es una visita cortita pero muy recomendable.
Una vez que hemos visto las cuevas, os recomendamos una visita al pueblo de Molinos. Se trata de un pueblecito chiquitín pero encantador, y, a la salida del pueblo, encontramos uno de sus secretos más especiales: un precioso salto de agua bajo un bonito puente, ¡entre medio de las casas!.
Por la tarde, si todavía tenéis ganas de más, podéis hacer andando un ruta que sale desde las Cuevas de Cristal y por el barranco Baticambras (circular, 5 Km)
Día 4: Puente natural de la Fonseca
El cuarto día os proponemos otra ruta andando para descubrir el Puente natural de la Fonseca. Se trata de una ruta muy especial, en la que disfrutaremos de los paisajes, del agua, de este puente declarado bien de interés natural y de un abrigo de pinturas rupestres. Es una ruta bonita y especial, muy recomendable.
Día 5: Órganos del Montoro, Montoro de Mezquita, Villarluego y Pozo de Invierno
Para el quinto día os proponemos otro viaje por la zona centro del Maestrazgo, para descubrir rincones insólitos, alejados del mundanal ruido, pero que nos sorprenderán por su belleza: vamos a visitar Villarluengo y Montoro de Mezquita.
Para empezar bien el día os proponemos visitar Montoro de Mezquita. Reconozco que la primera vez que visité este entrañable pueblecito me quedé con la boca abierta. La carretera parece desaparecer entre las rocas, y se vuelve angosta y misteriosa. Son apenas unos pocos kilómetros, en los que da la impresión de que te vas alejando de todo lo que conoces. Por fin, después de varias curvas y, ya incrédulo de lo que ven tus ojos, llegas a este pueblo situado entre las montañas: Hemos llegado, bienvenidos al fin del mundo. Sin lugar a dudas, éste es el lugar ideal para desconectar y descansar. Alejado de todo el mundanal ruido encontramos Montoro de Mezquita, un pueblo en las faldas de la montaña, con un río, casitas de piedra y mucha, muchísima tranquilidad.
Desde allí podemos hacemos un pequeño paseo para conocer el paseo fluvial, una senda por el borde del río, muy tranquila y que seguro que os encanta. Llegamos hasta una zona de pequeñas cascadas de agua y volvemos por la zona de las eras.
Después de conocer este precioso entorno, os proponemos seguir nuestro viaje, visitando uno de los lugares más fotografiados de la comarca: visitamos los Órganos de Montoro, una formación rocosa impresionante, en la que los estratos casi verticales surgen totalmente en punta, rasgando el cielo desde la montaña. La típica foto de este lugar se hace desde la carretera, en un mirador que hay a tal efecto. Si sois aventureros y os gusta la escalada, allí nos muestra un cartel con todas las rutas posibles para subir. Este mirador lo encontraréis en la carretera que une Montoro de Mezquita con Villarluengo.
Después de las fotos de rigor, seguimos el viaje hasta Villarluengo. Merece la pena pasar un ratito callejeando por este pueblo y viendo su iglesia y sus calles.
Si todavía tenéis fuerzas, podéis hacer la ruta del Pozo de Invierno, que sale desde Villarluengo, un paseo andando muy bonito en el que vemos un puente medieval, el precioso salto de agua del Pozo de Invierno y, si tenéis suerte como nosotros, alguna que otra cabra a apenas unos pocos metros de vosotros.
Día 6: Cuevas de Cañart, en bici o andando. Chorro de San Juan y tumbas en la roca
Cuevas de Cañart es un pueblo que sorprende. Entre sus casas encontramos enormes palacios rehabilitados y preciosos rincones llenos de encanto.
Desde allí podemos hacer alguna ruta, ya que en sus alrededores hay lugares especiales:
Si vais andando os recomendamos visitar el Chorro de San Juan y las Tumbas en la Roca, es un enclave mágico y sagrado, con una cascada con un salto enorme y varias tumbas muy antiguas labradas en la roca.
Si lo que os va es la bici, podéis hacer la ruta desde allí hasta Castellote, pasando por el pantano, etc.
- Ruta desde Cuevas de Cañart al Chorro de San Juan y las Tumbas en la roca
- Ruta en bici desde Castellote a Cuevas de Cañart
Día 7: ¡Nos movemos a la zona sur! y Cantavieja
El 7º día empezamos trasladando nuestro campo base a la zona sur de la comarca del Maestrazgo. Aun así, la zona centro nos coge a medio camino entre la zona norte y sur, así que podéis organizar el viaje como queráis (la zona de Villarluengo, Montoro, etc la podéis visitar desde el norte o desde el sur, o buscar allí alojamiento para unos pocos días).
Una vez que llegamos a nuestro segundo destino, os recomendamos un paseo por el pueblecito de Cantavieja. Es un pueblo que no os dejará indiferentes: casas de piedra, una enorme iglesia, pequeños rincones sorprendentes, … Cantavieja es un pueblo lleno de historia, y enseguida que paseamos por sus calles descubrimos el pasado tan especial de este pueblecito declarado Conjunto Histórico Artístico por su interés monumental arquitectónico y su rico pasado histórico.
Además, os sorprenderá su emplazamiento, en lo alto de un barranco, rodeado por un gran cortado.
Allí también podéis visitar el Museo de las Guerras Carlistas, que está en la misma oficina de turismo.
Si todavía os queda tiempo, os recomendamos que subáis al Mirador de la Tarayuela, donde podréis hacer un pequeño paseo. Desde allí tenéis unas vistas magníficas del valle, las típicas masías de esta zona y Cantavieja.
Día 8: Mirambel y Tronchón
Para este día tenemos unas visitas muy especiales. Y es que vamos a visitar unos pueblos especialmente bonitos.
Os proponemos hacer una ruta andando desde Mirambel a Tronchón, para recorrer bonitos paisajes, visitar el precioso Mirambel, descubrir las ermitas de Tronchón y, por qué no, llenar la tripa del riquísimo y famoso queso de Tronchón.
Llegamos a Mirambel, y aquí es obligatorio hacer una visita por las callecitas de este precioso pueblo. Os recomendamos recorrerlo sin prisas, disfrutando de cada uno de sus rincones, sus casitas de piedra, sus adornos en los tejados, sus buzones con caras, sus flores en los balcones, sus chimeneas sacadas de un cuento de hadas, sus forjas, maderas, … Seguro que os encanta, y ¡no es para menos!. Mirambel está considerado uno de los pueblos más bonitos de España y desprende encanto por todas sus calles.
Para nuestra ruta saldremos enfrente del famoso Portal de las Monjas. Desde allí, justo enfrente, veremos que sale la pista que está marcada (dirección “Tronchón”). La ruta es muy bonita y variada. Tiene 7.8 km la ida (y otros tantos la vuelta). En ella pasamos por un puente medieval, sorteamos un precioso barranco y vemos buenos paisajes desde lo alto. Al terminar la primera subida encontraremos muchas vacas muy mansas, ¡a apenas unos pocos metros de nosotros!
Cuando lleguéis a Tronchón, os recomendamos dar un paseo por el pueblo: la iglesia, la plaza, la cárcel, … Para comer os recomendamos ir a Casa Matilde, un restaurante bastante peculiar, en el que se come muy bien, como en casa (más os vale ir con hambre, porque seguro que no conseguís vaciar los platos).
A escasos metros de Tronchón por un camino acondicionado está la Ermita del Tremedal, de estilo neoclásico y un diseño bastante novedoso en la provincia, recientemente restaurada, con unas pinturas en la cúpula preciosas.
Día 9: La Iglesuela del Cid y ruta en bici
La Iglesuela del Cid es otro de esos pueblecitos que merecen ser visitados con calma. Allí encontrarás muchísimos monumentos interesantes: palacios, la iglesia, la casa consistorial, … Un pueblo bonito donde los haya, y con mucha historia en sus calles y numerosos edificios interesantes.
Desde allí también podemos hacer alguna ruta para conocer los alrededores. Si lleváis bicis (y os gustan las cuestas) os recomendamos la ruta del Barranco de la Tosquilla, donde disfrutaréis de unas vistas espectaculares desde lo alto y de unos pinares que son una delicia.
Día 10: Despedida, y visita a Miravete de la Sierra y Villarroya de los Pinares
Hemos dejado algo especial para este último día. ¿Os acordáis del “pueblo en el que nunca pasa nada”?. Miravete de la Sierra es un precioso pueblecito quemerece la pena ser visitado. Es muy chiquitín, pero sorprendente al mismo tiempo. Su puente, la enorme roca que preside el pueblo, su iglesia con patio, …
Igualmente, podéis hacer una paradita en Villarroya de los Pinares, que nos sorprenderá con su iglesia gótica y numerosas ermitas.
Dónde dormir:
Como alguno nos estábais preguntando, os dejamos los hoteles en los que nos alojamos nosotros cuando hicimos este viaje:
- Zona norte (días 1 a 7) – Hotel Castellote: Un hotel sencillo, un poco antiguo, pero a muy buen precio y en el que sentirse cómodo. Habitaciones con terraza y una pequeña piscina en el jardín.
- Zona sur (días 7, 8 y 9) – Hotel Balfagón (Cantavieja): Un hotel en el que sentirse como en casa ¡o mejor!. Con spa, buen restaurante y habitaciones muy cómodas.
Para terminar, nos despedimos de esta preciosa comarca y emprendemos el viaje de vuelta. Han sido días muy intensos, de visitas sorprendentes, silenciosos caminos y paisajes abruptos. Hemos conocido pueblos llenos de historia y de encanto, una flora y fauna en estado virgen, y recorrido muchos años en el tiempo para conocer la extensísima historia de esta comarca. Pero llega el momento de decir adiós, recoger nuestros bártulos y volver.
Todavía nos hemos dejado muchas cosas interesantes por hacer. Pero es que ¡10 días son insuficientes para sacar todo el jugo a esta comarca! ¿tal vez necesites hacer otro viaje más adelante, no crees?
Si te has atrevido con alguna idea de esta propuesta o quieres comentar estas propuestas, te dejamos los comentarios para que nos lo cuentes. ¡Buen viaje!
Muy extenso y exótico todo el Maestrazgo, también puedes alojarte, en Villarroya de los Pinares…
Casa rural El Patio del Maestrazgo.