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Ruta Valle de Ligros - Pinturas rupestres de las Olivanas - Barranco del Pajarejo (Sierra de Albarracín, Teruel)

Una ruta preciosa, con dos alternativas: una más difícil por el barranco y otra más sencilla por camino.

Distancia

16.2

Desnivel

717

Tipo de camino

Camino y senda a través de un barranco (en mal estado)

Dificultad

Difícil

Senderismo

Bici (MTB)

Ruta de varias etapas

Circular

Los paisajes increíbles del Vale de Ligros, los grandes pinares de los alrededores y las maravillosas pinturas rupestres de las Olivanas y el Pajarejo hacen esta ruta especial y divertida.

La ruta del valle de Ligros, las Pinturas de las Olivanas y el Barranco de Ligros es una ruta con preciosos paisajes para hacer caminando. Esta ruta también se puede hacer en bicicleta de montaña, si bien la parte del barranco la tendremos que evitar, ya que no es ciclable.

El punto de partida de esta ruta se encuentra al lado de la carretera VF-TE-13 (desde Teruel, pasamos por el Campillo y seguimos en dirección a Tormón). Allí veremos, en una curva de la carretera antes de llegar a Tormón, un cruce, desde donde sale una pista de tierra, que está indicada con un cartel como «Masía de Ligros». Cogemos esta pista, y a escasos metros llegamos a un cruce de pistas, desde donde comienza esta ruta. En este cruce seguimos recto, siguiendo por el camino GR-10.1

Enseguida empezaremos a bajar por este camino, metiéndonos de pleno en el pinar. El camino es muy ancho y está bastante apañado. De pronto, al cabo de un poco menos de 2 kilómetros, llegaremos al Valle de Ligros, un paisaje de ensueño, verdes prederas rodeadas por grandes rocas de rodeno que tienen formas caprichosas. En el mismo Valle de Ligros se encuentra la Masía de Ligros. Éste es uno de los paisajes más idílicos que podemos encontrar en esta zona. Vale la pena parar un poco para disfrutarlo. Desde la zona del valle veremos que el camino GR sigue en dirección a Jabaloyas, pero nosotros lo abandonaremos y seguiremos recto.

Seguiremos andando recto por el camino, hasta abandonar el valle e ir adentrándonos de nuevo entre pinares. Al poco nos encontraremos con otro camino que lleva a Jabaloyas (también está indicado, pero tampoco lo tomaremos, ya que tenemos que seguir en dirección a las pinturas rupestres). Bajaremos durante un buen rato, y nos encontraremos más adelante con un cruce sealizado aunque de forma dudosa, con las indicaciones: Barranco del Pajarejo, Masía de Ligros, Tormón y pinturas de Tormón. Decimos esto de que está señalizado de forma dudosa ya que al llegar allí nos encontramos con otros turistas y en el mapa no llegaba a estar muy claro. Podéis reconocer este cruce porque justo al lado del mismo (unos metros más adelante) hay un puente de piedra que salva el barranco. En esta ocasión vamos a seguir recto, cruzando el puente de piedra. Nos acordaremos de este cruce, ya que a la vuelta vendremos por el mismo camino hasta este punto y luego cogeremos la pequeña senda indicada como Barranco del Pajarejo.

Después de seguir recto en este cruce y pasar el puente, empezaremos a subir un poco. Enseguida llegaremos a una zona con bancos de piedra y una fuente de agua no potable. Justo en este lugar sale un cruce con una pista forestal, pero nosotros seguiremos recto (camino de la derecha) para ir hacia las pinturas rupestres de las Olivanas.

Más adelante nos adentraremos de nuevo en pinares con rodeno a los lados. Estamos ya cerca de las pinturas. El cruce de las pinturas rupestres de las Olivanas está señalizado en el camino, desde el cual sale una pequeña senda que sube por la ladera. A escasos metros del camino principal está el abrigo de pinturas rupestres.

El Abrigo de Pinturas Rupestres de las Olivanas son pinturas de Arte Rupestre Levantino. Este panel mide 1,82 metros de altura por 4,85 metros de anchura. En el friso se han catalogado más de medio centenar de pinturas de colores negro, blanco y distintas tonalidades de rojo. En total se han encontrado 11 bóbidos, 6 cérvidos, 2 équidos, 14 cuadrúpedos y 8 antropomorfos, si bien a simple vista no somos capaces de distinguir todos ellos. En el abrigo de las Olivanas se ha señalado la existencia de seis fases o momentos decorativos atendiendo principalmente a superposiciones y a cuestiones de índole cromática, siendo atribuíbles al Neolítico (hace 7000 a 4500 años), aunque culturalmente podrían pertenecer todavía a sociedades de cazadores-recolectores.

Después de ver las pinturas, empezamos el camino de vuelta, volviendo al principio por el mismo camino que hemos venido, hasta llegar al cruce que está justo después del puente de piedra.

Llegados a este punto tenemos dos alternativas:
        – una muy facil, en la que iremos por el mismo camino por el que hemos hecho la ida.
        – otra alternativa con mayor dificultad, en la que la vuelta se hace a través de una senda (o lo que queda de ella) por el Barranco de Ligros. Esta ruta no tiene pérdida, si bien en la zona del barranco se echan en falta más indicaciones que muestren cual es la mejor alternativa de paso. En esta parte de la ruta tendremos que subir por alguna roca pequeña, hay zarzas y, en época de lluvias, hay un riachuelo que tendremos que cruzar en varias ocasiones.
Ambas alternativas están recogidas en las indicaciones de la ruta.

Por la alternativa dificil veremos otro abrigo de pinturas rupestres, y nos meteremos de fondo en el barranco de Ligros, viendo otros paisajes nuevos. Si escogemos esta alternativa, es recomendable llevar calzado adecuado (botas de montaña) y pantalón largo, ya que hay zonas con zarzas a los lados.
Por el contrario, la alternativa facil es por el mismo camino ancho y cómodo por el que hemos venido. Aunque sea un trazado un poco más largo, se hace por lo general en menos tiempo, ya que por este camino podemos andar a paso ligero. Si estamos haciendo la ruta en bici, no podremos meternos por la senda del barranco, ya que no es ciclable.

Ya que la alternativa facil es la misma que a la ida, a partir de aquí vamos a explicar la alternativa difícil.

Para esta alternativa por el Barranco de Ligros, tenemos que tomar la senda que sale después del puente hacia la derecha, que está indicada como Abrigo de Pinturas Rupestres del Pajarejo.
La senda está marcada con montoncitos de piedras y con dos rayas rojas de pintura sobre las rocas. El camino no tiene pérdida, ya que es seguir el transcurso del barranco, aunque pronto os daréis cuenta de que se echan en falta alguna marca más que indique cuál es la mejor alternativa de paso en cada momento.

Esta senda recorre todo el barranco, teniendo acceso desde aquí a unos paisajes preciosos. Después de grandes lluvias veremos que por la parte central del barranco pasa un riachuelo, que tendremos que cruzar en diversas ocasiones. Además, hay bastantes zarzas, por lo que es recomendable llevar pantalón largo para no hacernos heridas. Quitando estos inconvenientes, esta senda es bastante divertida y muy amena.
A unos 800 metros del cruce (estando dentro parece más) veremos que a mano derecha y «colgado» de la roca está el abrigo de pinturas rupestres del Pajarejo.

El abrigo de pinturas rupestres del Pajarejo pertenece a la misma época que las de las Olivanas, si bien las figuras en éste no se identifican tan claramente. El friso en este caso es de 34×88 centímetros y lo componen dos paneles. En él veremos varias figuras humanas de color rojizo formando una escena. Las pinturas de las Olivanas se correspondían más con una escena de caza, sin embargo, estas pinturas parecen representar una escena agrícola.

Después de una parada en las pinturas, seguiremos por la senda, hasta un kilómetro más adelante, donde nos desviaremos del barranco hacia la derecha, siguiendo las indicaciones de la senda que hay marcadas con montoncitos de piedras. Tenemos que estar muy atentos en este punto de seguir bien las indicaciones. En este tramo salimos del barranco, y nos subimos al lateral, donde, después de andar un poco encontraremos un camino más ancho. En este punto se agradece y mucho el volver a un camino y salir del barranco, ya que estos dos kilómetros por el barranco nos hemos visto obligados a avanzar muy despacito, sorteando constantemente pequeños obstáculos y el riachuelo.

Seguiremos por este camino, que circula por la parte posterior del Valle de Ligros. Un poco más adelante, este camino termina en otra pista, por la que seguiremos hasta llegar de nuevo al punto de partida.

Si hemos tomado la alternativa del barranco de Ligros, llegaremos al punto de partida por el camino que hemos dejado a la izquieda en la salida.
 

Terminamos así una buena ruta, con paisajes encantadores, un barranco muy aventurero y dos abrigos de pinturas rupestres. Sin duda, una ruta inolvidable.

Recomendaciones:

  • Si no conocemos el entorno del Paisaje Protegido del Rodeno, puede ser muy interesante realizar antes la visita al Centro de Interpretación de los Pinares del Rodeno, a 4 kilómetros de Bezas, donde se explican las características de estos pinares, la flora y la fauna que encontraremos…etc.
  • En caso de estar buscando una ruta similar un poco más cortita, podéis mirar la Ruta del Poblado del Hierro, que también tiene paisajes de rodeno y abrigos de pinturas rupestres de arte rupestre levantino, pero en esta ocasión son sólo algo más de 2 kilómetros.
Distancia total: 16421 m
Elevación máxima: 1352 m
Ascenso total: 963 m
Download file: allavamos_Mapa_de_la_ruta_Valle_de_Ligros_-_Pinturas_rupestres_de_las_Olivanas_-_Barranco_del_Pajarejo_687.gpx

Recomendaciones para esta ruta

Si vamos a tomar la alternativa por el barranco, es muy recomendable llevar botas de montaña que agarren bien y pantalón largo para no herirnos con las zarzas. Asimismo, tendremos que estar muy atentos de las indicaciones de la senda.

Por la zona del barranco pasa además un riachuelo un poco encañonado, por lo tanto, en caso de que hubiera previsión de lluvias extremadamente torrenciales será una mala alternativa.

Más información

  • Tiempo estimado: 4 horas
  • Tipo de camino: Camino muy bueno, senda a través de un barranco

Cómo llegar al punto de partida de la ruta

Desde Teruel, pasamos por el Campillo, y seguimos en dirección a Tormón. Pasaremos un par de cruces, por los que seguimos en dirección a Tormón. Un poco antes de llegar a tormón, después de haber pasado la Laguna de Rubiales, veremos en una curva un cruce que indica «Masía de Ligros». En este cruce sale una pista de tierra. Cogemos esta pista, y, a escasos metros veremos un cruce entre varias pistas. El punto de partida de esta ruta comienza en este cruce.

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